13/01/2017
La incidencia de las enfermedades respiratorias en la edad pediátrica está relacionada, por una parte, con el aumento de nacimientos de bebés prematuros que, por inmadurez pulmonar son más susceptibles a tener problemas respiratorios, y por otra, el conjunto de factores ambientales tales como la exposición al tabaco o la contaminación que aumentan el riesgo a padecer problemas respiratorios en los más pequeños de la casa.
La consecuencia sobre los niños es un exceso de mucosidad durante un tiempo prolongado, tanto en las vías respiratorias superiores (nariz, senos nasales o faringe) como en las vías respiratorias inferiores (bronquios y pulmones); este cúmulo de moco favorece la colonización microbacteriana, la infección y la inflamación.
De qué hablamos cuando nos referimos a problemas respiratorios?
Desde los resfriados comunes hasta las infecciones respiratorias como las neumonías. Si hacemos un inventario sobre algunas de las patologías más comunes las podemos clasificar en:
¿Cuáles son los objetivos del tratamiento respiratorio?
Quién se puede beneficiar?
Tan adultos como pequeños con problemas respiratorios pueden recibir este tipo de tratamiento manual. Muy pequeños se puede trabajar con ellos para optimizar su función pulmonar ya partir de los 2-3 años, cuando el niño empieza a ser más colaborador, se añaden técnicas en las que ellos mismos son los protagonistas y por tanto se les hace partícipes de su propio tratamiento con un objetivo paralelo, tomar conciencia y aprender la importancia del buen funcionamiento pulmonar.
Nuria Salavert. Fisioterapeuta - Máster en Osteopatía especializada en Pediatría y problemas respiratorios.
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